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Cómo tributar en Portugal viviendo en España: guía práctica.

En el mundo globalizado en el que vivimos, cada vez es más común que las personas decidan vivir en un país diferente al de su nacionalidad. Esta decisión puede estar motivada por diferentes factores como oportunidades laborales, calidad de vida, o simplemente por aventurarse a conocer nuevas culturas y lugares.

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En este sentido, Portugal se ha convertido en un destino muy atractivo para los españoles que desean establecerse en el extranjero. Además de su clima, su gastronomía y su rica historia, Portugal ofrece atractivas ventajas fiscales que resultan muy interesantes para aquellos que buscan optimizar su situación tributaria.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, a pesar de estar viviendo en España, los ciudadanos españoles que deciden trasladarse a Portugal deben cumplir con sus obligaciones fiscales tanto en su país de origen como en su nuevo lugar de residencia. Esto implica conocer y entender las diferencias entre los sistemas tributarios de ambos países, así como los mecanismos para evitar la doble imposición.

En esta guía práctica sobre cómo tributar en Portugal viviendo en España, abordaremos de manera detallada los aspectos más relevantes a tener en cuenta a la hora de realizar nuestra declaración de impuestos en ambos países. Desde los tipos de impuestos que debemos pagar, hasta las deducciones y beneficios fiscales a los que podemos optar, pasando por las obligaciones formales y los plazos a cumplir.

En definitiva, esta guía pretende ser una herramienta de ayuda y orientación para aquellos españoles que han decidido establecerse en Portugal y necesitan conocer cómo gestionar su situación fiscal de manera eficiente y legal. Esperamos que esta información sea de utilidad y ayude a facilitar el proceso de tributación en ambos países. ¡Comencemos!

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Tributación en Portugal viviendo en España

La tributación en Portugal para personas que viven en España puede ser un tema complejo y relevante para aquellos que deciden establecer su residencia en el país vecino. A continuación, se presentarán algunos aspectos relevantes sobre este tema.

1. Residencia fiscal: Para determinar la tributación en Portugal, es importante establecer si se es residente fiscal en el país. Según la legislación portuguesa, una persona se considera residente fiscal si pasa más de 183 días al año en Portugal o si tiene una vivienda permanente en el país y la intención de permanecer en él.

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2. Impuesto sobre la renta: En Portugal, el impuesto sobre la renta se conoce como Imposto sobre o Rendimento de Pessoas Singulares (IRS). Los residentes fiscales están sujetos a este impuesto sobre sus ingresos personales, ya sea de origen portugués o extranjero. Es importante tener en cuenta que existe un régimen de doble imposición entre Portugal y España, lo que significa que los residentes fiscales pueden obtener créditos fiscales por los impuestos pagados en ambos países.

3. Impuesto sobre el patrimonio: En Portugal, el impuesto sobre el patrimonio se conoce como Imposto Municipal sobre Imóveis (IMI). Este impuesto se aplica a la propiedad inmobiliaria y se basa en el valor catastral del inmueble. Los residentes fiscales en Portugal están sujetos a este impuesto, incluso si la propiedad se encuentra en España.

4. Impuesto sobre la compra de vivienda: En Portugal, existe un impuesto sobre la compra de vivienda conocido como Imposto Municipal sobre Transmissões Onerosas de Imóveis (IMT). Este impuesto se aplica a la compra de inmuebles y varía según el valor de la propiedad. Es importante tener en cuenta que los residentes fiscales en Portugal también están sujetos a este impuesto, incluso si la propiedad se encuentra en España.

5. Seguridad Social: En cuanto a la seguridad social, los residentes fiscales en Portugal están sujetos a las contribuciones sociales portuguesas. Sin embargo, existe un acuerdo de seguridad social entre Portugal y España que permite a los trabajadores por cuenta ajena y autónomos evitar la doble cotización en ambos países.

IRPF en Portugal

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en Portugal es un impuesto directo que grava la renta de las personas físicas residentes en el país. Se aplica a los ingresos obtenidos tanto en Portugal como en el extranjero, siempre que el contribuyente sea residente fiscal en Portugal.

El IRPF en Portugal se rige por un sistema de tramos progresivos, donde la tasa impositiva aumenta a medida que aumenta la renta. En 2021, los tramos y las tasas impositivas son los siguientes:

– Hasta 7.112 euros: tasa impositiva del 14,5%
– De 7.113 a 10.732 euros: tasa impositiva del 23%
– De 10.733 a 20.322 euros: tasa impositiva del 28,5%
– De 20.323 a 25.075 euros: tasa impositiva del 35%
– De 25.076 a 36.967 euros: tasa impositiva del 37%
– De 36.968 a 80.882 euros: tasa impositiva del 45%
– Más de 80.882 euros: tasa impositiva del 48%

Es importante tener en cuenta que existen diversas deducciones y beneficios fiscales que pueden reducir la base imponible y, por lo tanto, el importe a pagar. Algunas de las deducciones más comunes son las relacionadas con la vivienda, la educación, la salud y las pensiones.

Además, es necesario presentar una declaración de IRPF anualmente, donde se detallan todos los ingresos y gastos deducibles. La declaración puede presentarse de forma electrónica o en papel, y el plazo para hacerlo suele ser hasta el 30 de junio del año siguiente al que se refiere la declaración.

En cuanto a los contribuyentes no residentes en Portugal, también están sujetos al IRPF por los ingresos obtenidos en el país. Sin embargo, existen acuerdos de doble imposición con diversos países, que evitan que una misma renta sea gravada dos veces.

Requisito de residencia en Portugal para tributar

El requisito de residencia en Portugal para tributar es un aspecto fundamental a tener en cuenta para determinar la obligación de pagar impuestos en este país. A continuación, se detallan los aspectos relevantes sobre este tema:

1. Definición de residencia fiscal: Según la legislación portuguesa, una persona se considera residente fiscal en Portugal si cumple con alguno de los siguientes criterios: tiene su residencia habitual en Portugal, permanece en el país durante más de 183 días en un año civil o tiene una vivienda en Portugal que indique su intención de establecer allí su residencia permanente.

2. Obligaciones fiscales de los residentes fiscales: Los residentes fiscales en Portugal están sujetos a una serie de obligaciones fiscales, como la presentación de la declaración de impuestos sobre la renta (IRS) y el pago de impuestos sobre los ingresos generados tanto en Portugal como en el extranjero.

3. Tributación de los ingresos: Los residentes fiscales en Portugal están sujetos a impuestos sobre sus ingresos globales, incluyendo los ingresos provenientes de actividades profesionales, empresariales, inmobiliarias, financieras y de capital. Estos ingresos se gravan a través de una escala progresiva de impuestos, que varía según el nivel de renta.

4. Beneficios fiscales: Portugal ofrece algunos beneficios fiscales para los residentes fiscales, como la exención de impuestos sobre los ingresos generados en el extranjero, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos. También existe un régimen fiscal favorable para los residentes no habituales, que permite una tributación reducida durante los primeros 10 años de residencia en el país.

5. Impuestos indirectos: Además de los impuestos sobre la renta, los residentes fiscales en Portugal también están sujetos a impuestos indirectos, como el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y el Impuesto Municipal sobre Inmuebles (IMI). Estos impuestos se aplican a diferentes actividades y bienes, y su tipo impositivo puede variar según el caso.

6. Tratados fiscales internacionales: Portugal tiene firmados tratados fiscales con varios países, con el objetivo de evitar la doble imposición de los ciudadanos y fomentar la cooperación fiscal internacional. Estos tratados establecen reglas específicas para determinar la residencia fiscal en caso de personas que tienen vínculos con diferentes países.

Comparación de impuestos entre Portugal y España

La comparación de impuestos entre Portugal y España es un tema relevante para aquellos que están considerando establecerse o invertir en alguno de estos países. Ambos países comparten una posición geográfica y cultural similar, pero tienen diferencias significativas en sus sistemas impositivos.

En términos generales, España tiende a tener impuestos más altos que Portugal. El impuesto sobre la renta personal es uno de los principales impuestos a considerar. En España, el impuesto sobre la renta se divide en diferentes tramos impositivos, con tasas marginales que van desde el 19% hasta el 45%. Por otro lado, Portugal tiene un sistema de impuesto único sobre la renta, conocido como el “Régimen Fiscal de Residentes No Habituales”, que ofrece una tasa fija del 20% para los ingresos generados por actividades de alto valor añadido.

En cuanto a los impuestos corporativos, Portugal también ofrece ventajas fiscales a las empresas extranjeras. El impuesto sobre sociedades en Portugal es del 21%, mientras que en España es del 25%. Además, Portugal tiene un régimen de exención para las empresas que operan en el extranjero, lo que significa que no tienen que pagar impuestos sobre los beneficios generados fuera del país.

En cuanto al IVA, el impuesto sobre el valor añadido, las tasas son similares en ambos países. En Portugal, la tasa general del IVA es del 23%, mientras que en España es del 21%. Sin embargo, España tiene una tasa reducida del 10% para ciertos bienes y servicios, como alimentos, medicamentos y transporte público, mientras que en Portugal la tasa reducida es del 13%.

En cuanto a la propiedad, los impuestos también varían entre los dos países. En Portugal, hay un impuesto sobre las transacciones de bienes inmuebles, conocido como el “Imposto Municipal sobre as Transmissões Onerosas de Imóveis” (IMT), que se aplica a la compra de propiedades. La tasa de IMT varía según el valor de la propiedad y puede llegar hasta el 8%. En España, hay un impuesto similar llamado “Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales” (ITP), cuya tasa varía según la comunidad autónoma, pero generalmente oscila entre el 6% y el 10%.

¡No olvides consultar a un experto fiscal!